De entre todo lo ordenado y contextualizado por Daniel Caballero en la pieza que acompaña este análisis, una de las citas que más me llamó la atención fue esta de los gemelos (Ayax y Prok):

"La gente que nos conoce desde hace más de 10 años sabe qué tipo de personas somos. Somos buenas personas y comprometidas con todas las causas sociales".

En un epílogo de su borrador original, Daniel Caballero, me preguntaba a mí directamente: ¿qué factores psicológicos, sociales y discursivos intervienen en la sujeción simbólica de Ayax y Prok? ¿Tiene peso el fenómeno fan en su validación y percepción? ¿Por qué la masa fanática no es crítica? ¿Se puede resistir todo en esta era digital, aún con acusaciones tremendamente graves, si la red de fanáticos te amortigua?

Yo, por mi parte, he decidido no arremeter contra esas preguntas como un apéndice moral. He querido, simplemente, que el caso de Ayax y Prok nos sirva como prompt o puerta de entrada a un problema estructural mucho más amplio. Porque no se trata únicamente de "qué hicieron o no hicieron dos artistas concretos", ni de dirimir responsabilidades que solo pueden establecerse en una sede judicial. Queremos intentar "entender" cómo determinadas figuras culturales logran sostener su legitimidad pública incluso cuando su relato biográfico converge con una acumulación persistente de fricciones: testimonios de presuntos abusos machistas, rupturas profesionales y conflictos visibles.

El caso es, otro laboratorio (como ya hemos tenido otros, y otros, y otros) que nos permite observar cómo el fandom puede operar como dispositivo de protección identitaria, cómo todavía persiste la mitología del icono como figura intocable, cómo existe una gran precariedad crítica en el ecosistema musical español y cómo la misoginia sigue más que instaurada en este tipo de subculturas masculinizadas.

Cultura Rap, masculinidad y el mito de la "autenticidad"...

El proyecto artístico de Ayax y Prok se construyó durante años sobre una serie de códigos reconocibles dentro del Rap, tanto internacional como aquí en nuestra geografía: relato de origen duro, vínculo con el barrio, oposición al sistema y una identidad masculina asociada a la resistencia, la supervivencia y la lealtad. Como ya conocemos, esta es una narrativa no precisamente "excepcional" dentro del género, pero sí fue especialmente eficaz en el caso de Ayax y Prok, que construyeron una marca total alrededor de ella.