Así es como las grandes discográficas ganan cada vez más; no es por el streaming, sino porque el streaming les pertenece (parcialmente). Recordemos que desde los 2000s, las grandes discográficas ya intentaban plataformas tipo Spotify, pero el mercado aún no estaba preparado. Ellas tenían un sueño oligopólico que quería trasladar el negocio de la música al archivo y Spotify fue el vehículo a través del que lo consiguieron. (No seré yo quien baje intensidad en su hate a Spotify, pero estas entidades literalmente usaron a la plataforma para controlar a largo plazo toda la industria musical).